Niños de la Shoá II

Muchos de los que estamos en Marcha tenemos algún interés particular por la niñez. O bien somos educadores judíos, o lo fuimos, o lo seremos.

Esta mañana conocimos el orfanato que era de Janus Korczak, quien fundó esta institución tras vivir el horror de la guerra como médico de una brigada polaca en enfrentamientos con los almenanes.

Al crear esta "casa", como la llamaban los chicos, Korczak decidió que lo principal sería construir un gran patio de juego y eso nos habla muchísimo de su pedagogía. Además, trataba a cada niño como un niño al fin, con derechos y capacidades, con necesidades y responsabilidades.

Korczak fue deportado a Treblinka junto a los niños del orfanato, a quienes el día de la deportación vistió de punta en blanco, como cada día. Dignidad y coraje. Palabras que suenan a poco en el recuerdo a este gran escritor, pedagogo y ser humano.

La ocupación Nazi, la Guerra, la URSS y el capitalismo, hicieron del orfanato lo que hiciero de casi todo Varsovia: algo difícil de reconocer. Todavía hay un orfanato en ese lugar, pero ya no está "el viejo", ni sus abrazos, ni Stefania Wilczyńska -su gran compañera de ruta-. Todavía lo lloran sus niñas y niños, como deberíamos llorarlo y honrarlo en todo el mundo.