MEMORIA Y ACCIÓN
por Alejandra Tolcachier

Hoy en Majdanek todos juntos conmemoramos Iom Hashoa Vehagbura.

Hemos realizado un acto frente a las cenizas y a los crematorios en Majdanek para recordar lo acontecido en la shoa.

Cada mirada es un recuerdo, cada recuerdo es una vida... una vida que quedó truncada por el genocidio nazi.

Es nuestro deber mantener viva la memoria.
El recuerdo nos define como pueblo, si olvidamos morimos también nosotros.
Somos parte de un pueblo milenario que transmite su historia de generación en generación y es nuestro compromiso continuar siendo parte de esta cadena.
Mantengamos viva la memoria de los atentados a la embajada de Israel en Argentina y a la AMIA, no seamos parte de una ciudadanía que olvida o relativiza los sucedido.

Hoy tenemos una doble obligación al estar este día hoy acá. Por un lado cuidar la llama de la memoria, evitar que se apague, no olvidar. Pero eso no es suficiente, y por eso estamos también llamando a recordar 'zajor' en términos de activar la memoria para transmitir lo vivido a las futuras generaciones. No es suficiente con evitar el olvido, sino que es además necesario asumir que la memoria construida individualmente nos genera una responsabilidad colectiva de multiplicar y transmitir a nuestros hijos para que puedan perpetuar el recuerdo por generaciones.


"Lo contrario del amor no es odio, es la indiferencia. Lo contrario de la belleza no es la fealdad, es la indiferencia. Lo contrario de la fe no es herejía, es la indiferencia. Y lo contrario de la vida no es la muerte, sino la indiferencia entre la vida y la muerte”. Elie Wiesel. Sobreviviente de Auschwitz- Premio Nobel de la Paz